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En un momento idóneo para reconectar con la naturaleza, Sierra Nevada, en Granada, se convierte en el perfecto oasis mediante el que explorar y descubrir los mejores ejemplos de flora y fauna. Acompáñanos en el siguiente viaje por las mejores plantas endémicas de Sierra Nevada.
La vegetación del parque nacional de Sierra Nevada
Ubicada en las Cordilleras Béticas, sistema montañoso de Andalucía Occidental, Sierra Nevada no solo supone el perfecto enclave al que acudir en busca de una sesión de esquí o montañismo, sino también un paraíso donde reconectar con la naturaleza y aprender de sus muchas especies de fauna y flora.
En lo que respecta a su vegetación, Sierra Nevada atesora un conjunto de plantas único mecido por los caprichos del clima pero, especialmente, por su altitud. De hecho, en Sierra Nevada encontramos diferentes ejemplos de vegetación dependiendo de la altura en que se encuentren. Por ejemplo, en las zonas bajas de la sierra (menos de 700 metros de altitud), encontramos un clima más mediterráneo que favorece la presencia de los matorrales de lentisco o el romero. Especies a sumar la madreselva o el acebuche a medida que ascendemos a la baja montaña.
Ya a media altitud (entre 1300 y 1900 metros), encontramos el tramo supramediterráneo, donde encontramos plantas como el torvisco o el rusco. Al alcanzar las cumbres, nos topamos con pastizales nevadenses o una de las grandes protagonistas de la flora granadina: la estrella de las nieves.
La estrella de las nieves, un símbolo de Sierra Nevada
De nombre Plantago nivalis, la estrella de las nieves es una de las joyas naturales que podemos encontrar en Sierra Nevada. Parte de su fama y exclusividad se debe a su presencia, ya que solo crece a más de 3.000 metros de altitud, en los pastizales nevadenses de la zona de alta montaña.
Como si una flor se hubiese fundido como un copo de nieve, la estrella de las nieves platea los suelos casi infinitos del techo de la provincia de Granada, además de ser conocida como la planta del amor eterno, ya que nunca se seca al adaptarse a las temperatura extremas de este lugar de Andalucía.
Una planta única a descubrir, como el más preciado tesoro, junto a otras especies de Sierra Nevada.
Una mágica habitante de las montañas granadinas que mantiene un ciclo de vida constante hasta que eclosiona en primavera, momento en que brotan sus delicados ramilletes de flores amarillas.
Plantas endémicas de Sierra Nevada
Además de la estrella de las nieves, Sierra Nevada conserva otros muchos ejemplos de flora que, en la mayoría de ocasiones, aportan diferentes beneficios curativos.
El ejemplo más común es la manzanilla real, la cual sirve para calmar diferentes trastornos de carácter digestivo; el cardo azul, considerado como un hepaprotector, es decir, que aporta beneficios a problemas de hígado; o la valeriana de Sierra Nevada, cuyo nombre habla por sí mismo y la cual crece a menos de 1500 de altitud. Esta última, como muchos sabréis, es un calmante nervioso natural y antiespasmódico.
Como puedes comprobar, la naturaleza aguarda para aportarnos todas las respuestas para conciliar mente, cuerpo y alma en un todo.
Para devolvernos al estado que nunca debimos abandonar.
